hospital de subagudos en Eibar
Eibar. Gipuzkoa

promotor: Osakidetza. Servicio Vasco de Salud

ubicación: Avda. Otaola 6-8. Eibar, Gipuzkoa

coautor:: Bryaxis arquitectos, José María Errea y Javier Oficialdegui

fecha proyecto: Agosto 2012

fecha fin obra: Octubre 2018

superficie construida: 21.012 m2

colaboradores: Jesús Armendáriz y Julio López de las Huertas, aparejadores. GE & asociados, ingenieros. Tesysal, coordinación seguridad/p>

estructura: OPERA ingeniería

fotografía: acr

proyecto adjudicado mediante concurso público

memoria

La morfología del nuevo edificio del Hospital de Subagudos de Eibar aparece como respuesta a la implantación de un programa funcional asistencial sanitario, de cierta complejidad y con la particularidad de unos plazos altos de hospitalización, en un solar urbano que impone condiciones especialmente determinantes.

La planta del solar es sensiblemente un rectángulo deformado de aproximadamente 190m x 30m, constituyendo, a priori, una forma desproporcionada de cara a la adopción de tipologías hospitalarias frecuentes o habituales.

La parcela se encuentra fuertemente condicionada por las altimetrías de las rasantes de los viales contiguos, Otaola y Torrekua, así como por los sentidos únicos de circulación de ambos, imbricados en el sistema general de circulaciones de Eibar. Los accesos más próximos desde la red de carreteras (general y autopista) se producen por medio de la avenida Otaola, desde el enlace situado al Oeste.

En el solar actual, las condiciones de circulación peatonal son malas por tratarse de un área industrial. Por el contrario, la margen izquierda es residencial con densidad considerable. De hecho, el paseo situado sobre la vía férrea en el margen izquierdo constituye un elemento urbano valioso. En la actualidad la conexión peatonal más próxima entre ambas márgenes se sitúa lejos del solar, en las inmediaciones del Centro de Salud y del Corte Inglés.

Dadas las características ambientales del entorno, condicionado por la orografía de fondo de valle y la intensidad de las circulaciones rodadas de los viales citada, la tendencia de las edificaciones residenciales es buscar la calidad ambiental situándose en relativa altura.

La implantación de la nueva edificación en la parcela, tanto en su configuración propia como en la relación con el entorno próximo, se basa en la consecución de los siguientes objetivos de partida:

  • Ocupación reducida coherente con la geometría de la parcela y los desniveles de los viales circundantes, liberando espacio abierto hacia el oeste, más comprimida por la presencia de edificaciones próximas. Especial atención en la influencia de las infraestructuras vinculadas: circulaciones, vía férrea, cauce del río.
  • Situación geométrica de la planta ordenada en relación con la trama urbanística
  • Situación de los accesos rodados en función de la disponibilidad de viales y su altimetría en relación con la edificación propuesta.
  • Disposición estratégica de los accesos: público general, ambulancias, personal, abastecimiento (y residuos), y mantenimiento.
  • Versatilidad del acceso público desde ambas orientaciones exteriores, es decir, desde la Avenida de Otaola y desde la calle Torrekua. Relación de accesos desde el paseo peatonal situado sobre la línea férrea en la ribera izquierda, comunicado con Otaola mediante un paso elevado que se construyó coincidiendo con la construcción del Hospital.
  • Orientación fundamental noroeste-sureste. Medidas pasivas de protección solar y para reducir la afección ambiental derivada de los importantes viales de circulación urbana.
  • Adecuada disposición del edificio de cara al aprovechamiento de las posibilidades de acceso rodado y peatonal.

Dado la situación de la parcela se desarrolla el proyecto con el objetivo de realizar una construcción de referencia, clara, que focalice el espacio vacío, que se constituya en una nueva referencia del área y que sea capaz de mantener su carácter en este espacio urbano a la vez que pueda “respirar” frente a las edificaciones existentes en la zona.

A partir de estos objetivos básicos la propuesta presentada se basa en la traslación directa de todos ellos a una forma arquitectónica.

El nuevo edificio se proyecta como un volumen limpio, compacto, con una tipología basada en un edificio con amplios patios de luces en su interior. Este edificio, de planta rectangular, que ocupa el espacio este de la parcela, sigue las trazas de los lados de la misma.

La edificación se configura mediante la disposición de dos plantas denominadas semisótanos 2 y 1 que resuelven la adaptación a los desniveles del terreno y concuerdan con las rasantes de los viales previstos acogiendo fundamentalmente servicios especiales y dependencias de apoyo. Una planta baja totalmente exenta que contiene los elementos funcionales con mayor relación directa con el exterior, y tres plantas elevadas, claramente diferenciadas, destinadas especialmente a las áreas residenciales de hospitalización.

El volumen edificado, marcado por el gran vuelo del porche de la fachada principal, se reviste con una doble piel de bandejas plegadas de chapa perforada de aluminio, lacadas en una gama de verdes y ocre que hace referencia a los colores de la vegetación del entorno natural de Eibar.