La situación de la parcela donde se construirá el Centro de Salud de Cascante, en el borde del casco urbano del municipio, en un solar despejado, abierto a dos calles rodadas y a dos peatonales. Su forma trapezoidal, el gran desnivel entre sus vértices, con una diferencia de más de 5m entre sus extremos, y la posibilidad de vuelos de 1,2m que permite la normativa, marcan la propuesta, y permiten aplicar criterios bioclimáticos de captación pasiva y control solar y vistas en la nueva edificación.

El perímetro en contacto con la urbanización exterior adquiere gran importancia en este tipo de edificios, con un programa asistencial que se desarrolla en baja altura, y que busca una mejora en las condiciones de trabajo habituales gracias a establecer una fluida relación espacial y visual entre todas las áreas interiores y exteriores.

El nuevo edificio se acompaña de espacios de patios-jardín interiores, que sirven para permitir la captación de luz natural y el disfrute de su contemplación garantizando, a su vez, los niveles de intimidad exigibles en este tipo de edificios.

El nuevo conjunto edificado se proyecta como un juego de volúmenes limpios, compactos, con 3 niveles, configurando cada servicio a partir de la organización de sus módulos de consultas y a partir de la ubicación de la entrada principal, con 1 núcleo de comunicación vertical ubicado junto al acceso y con todas las consultas de medicina y enfermería, así como las zonas de espera en el mismo nivel de la planta de acceso.

La entrada principal está protegida por un amplio alero, con cancela cortavientos, en la que se ubican los paneles de avisos y desde la que se accede a las zonas de admisión con el mostrador y sus correspondientes áreas administrativas de trabajo, con el despacho de atención y con una visión inmediata y clara de la configuración del edificio. Desde las zonas de acceso y admisión se pasa directamente a la zona asistencial de medicina y enfermería, a la zona de consultas especiales o se accede al núcleo de comunicación que nos lleva a la planta inferior, a los despachos de salud pública, trabajo social, gimnasio, usos múltiples o al área de personal, todas ellas con sus correspondientes zonas de espera vinculadas. Desde el mismo porche se propone una segunda entrada independiente para el circuito respiratorio, controlada visualmente por el área de admisión. La configuración de las plantas permite dividir zonas para tener un uso parcial del centro según horarios.

Las zonas más privadas de personal, en planta inferior, y el área de servicio, se agrupan al Norte y Este, en el área de acceso más restringido. Las instalaciones se proponen en planta 1, en cubierta y también en la zona de servicio, con un amplio porche interior para acceso de servicio y vehículos. Las consultas y despachos se proponen comunicadas todas entre sí, y contando con las correspondientes zonas de espera, las cuales cuentan con iluminación natural desde los patios jardín-interiores y desde los huecos abiertos a fachada, y permiten diferentes configuraciones.

La organización de los diferentes niveles y la comunicación interior entre las diversas dependencias permite diferenciar las zonas de acceso y circulación pública de las zonas de acceso y circulación privada. Estos espacios disfrutan, de esta manera, de una total confidencialidad, buen soleamiento, y vistas controladas.

A partir de una estructura muy ordenada la distribución interior busca la máxima flexibilidad de usos, permitiendo una buena intercambiabilidad entre locales interiores generando espacios adaptables a otras organizaciones. Esto permite dar respuesta directa a una serie de objetivos previos, planteados a partir del estricto cumplimiento del PROGRAMA DE NECESIDADES planteado:

• Organizar el edificio a partir de la agrupación de usos, distinguiendo claramente en cada servicio áreas asistenciales, área de admisión, área de personal, área de usos múltiples y área de instalaciones y almacenaje, conforme a los requisitos DALCO
• Esta agrupación funcional permite una clara lectura del edificio y minimiza los recorridos interiores, agrupando todas las áreas asistenciales, distinguiendo claramente, por ejemplo, zonas de pediatría y medicina de familia de zonas de salud pública y trabajo social.
• Zonas asistenciales y de espera que cuenten con las condiciones ambientales y de luz natural necesarias. Para ello se propone la construcción de patios-jardín interiores abiertos, en los que se apoyan las zonas de espera permitiendo así trabajar la distribución interna del edificio controlando así la intimidad de todos ellos, algo necesario en edificios de Centros de Salud a “pie de calle”.
• Dotar a todas las zonas interiores de luz natural, tanto a través de huecos a fachada como con huecos a los patios-jardín.
• Desarrollar todos los espacios exteriores, con una tipología que permita la doble orientación del edificio, condición imprescindible en climas como el nuestro que combina inviernos fríos con veranos calurosos, posibilitando ventilaciones cruzadas y vistas directas desde el interior, pero controlando posibles vistas desde el exterior, potenciándose vistas hacia los jardines exteriores e interiores, permitiendo apertura de huecos.

La propuesta se basa en una clara modulación y configuración de la nueva edificación que permita el perfecto funcionamiento polivalente solicitado tanto en cada una de sus plantas como en el funcionamiento de todo el edificio. Para ello se adopta una distribución basada en la configuración principal de bloques lineales de las áreas asistenciales, libres de elementos estructurales, lo que permite modificaciones futuras.

Las fachadas se proyectan bajo la premisa general del “no mantenimiento”. La construcción se conforma a partir de pieles continuas exteriores, con sistemas constructivos de fachada con aislamiento térmico exterior, con acabados de piedra y cerámica, con celosías y elementos vegetales en zonas de cierre de patios-jardín y huecos para control de vistas y protección solar, con cerramientos que integran los sistemas de protección de huecos de consultas. Todas las fachadas cuentan con huecos modulados y rítmicos. Estas fachadas cuentan con unos acabados de gran dureza y durabilidad, integrados en el casco urbano, que posibilita, a su vez, una fachada transpirable, según parámetros de una CONSTRUCCION SANA.

El proyecto se ha desarrollado actuando de manera especial sobre los elementos que forman la envolvente, valorando el aporte de radiación solar y disminuyendo las pérdidas, combinado con la climatización basada en las energías renovables, con aerotermia y fotovoltaica, llegando al rendimiento energético óptimo.

Las medidas pasivas permiten potenciar la iluminación natural, con el ahorro que supone. Las estrategias para evitar sobrecalentamientos permiten que la refrigeración, en esta climatología, se vea claramente minimizada.

Se simplifica la construcción con una estructura portante ordenada que permite una gran flexibilidad de usos en los distintos niveles.

A partir de la amplia experiencia del equipo en trabajos similares se hace un especial estudio de los cierres vidriados combinando elementos transparentes, que permitan visiones directas, con elementos translúcidos, que posibilitan la iluminación y las “transparencias”, con distintos sistemas de protección según situación y uso. Esta luz “perenne” permite, a su vez, una estrecha relación entre espacios interiores y exteriores. Austeridad formal, en consecuencia, generando un edificio de fácil lectura, sin renunciar a las posibilidades espaciales que una construcción de estas características proporciona.