La parcela, de forma rectangular con unas dimensiones de 28 x 60 m, se desarrolla en su lado más largo con un pequeño giro según la dirección Norte-Sur con una rasante resultante de la nueva urbanización en el solar prácticamente horizontal, siendo las edificaciones más próximas todas ellas residenciales colectivas y aunque las nuevas construcciones de la misma urbanización tienen una altura importante, de Baja+5+Atico en la zona más cercana, las edificaciones existentes que se sitúan al otro lado de la Avenida de los Deportes las superan, con una torre de Baja+12 y un bloque lineal de Baja+7.

Se establecen los siguientes objetivos principales de partida que, complementados con la obligada consecución de un perfecto desarrollo funcional del centro, sirven de base a la propuesta:

• Configuración de un nuevo espacio urbano, ya comenzado a materializarse y que alcanzará un importante uso dada la importancia que este tipo de dotaciones adquieren entre los vecinos.
• Ubicación de las áreas asistenciales de forma que permita una clara comprensión de la organización del edificio desde el acceso al mismo. Agrupación de áreas según necesidades funcionales.
• Trabajar la distribución interna del edificio para evitar situar locales asistenciales con vista desde espacios públicos exteriores, volcando las consultas asistenciales hacia patios de luz perimetrales interiores del edificio, evitando así los numerosos problemas que producen este tipo de Centros de Salud, con consultas en planta baja abiertas a fachada, buscando conseguir un buen equilibrio entre confidencialidad, vistas, luz, ventilación...
• Integrar áreas comunes con los espacios urbanos exteriores, dando continuidad a los mismos.
• Simplicidad estructural, que permita una construcción modulada, adaptable internamente.
• Austeridad formal, en consecuencia, generando un edificio de fácil lectura, sin renunciar a las posibilidades espaciales que una construcción de estas características proporciona.

A partir de estos objetivos básicos la propuesta se basa en la traslación directa de todos ellos a una forma arquitectónica, partiendo de la construcción de un edificio que no ocupa toda la dimensión del solar liberando espacio exterior en sus lados cortos a la vez que, con la edificación en altura, se retranquea en sus fachadas longitudinales buscando de esta manera dar respuesta también a la proximidad de las edificaciones residenciales contiguas.

El Centro de Salud, de tres plantas totales, se proyecta como un edificio con patios de luz interiores, al que vierten todos los locales asistenciales y zonas de espera del centro ubicados en los niveles –1 y 0 conjuntamente con el área de usos múltiples, consiguiendo así la intimidad ya citada sin tener que renunciar a las vistas exteriores o a la iluminación natural.

La zona de gestión y personal se sitúa en planta primera, con una fácil accesibilidad tanto desde planta baja como desde planta sótano gracias al núcleo central de comunicación proyectado y disfrutando, a su vez, de cierta privacidad necesaria respecto a la actividad asistencial diaria del nuevo Centro.

Aprovechando el acceso con el que se cuenta a través del garaje mancomunado con los edificios de vivienda se ubica la parte fundamental del área de servicio en planta sótano –1, con un acceso central de carga y descarga, y disfrutando tanto de luz natural como de ventilación exterior en las dependencias más importantes gracias al nivel de rasante de los patios interiores previstos.

La zona de acceso participa de la plaza prolongando las zonas de espera y circulaciones generales hacia el exterior y continuándose interiormente con el área de vestíbulo principal que pone en evidencia la configuración del edificio de una manera muy directa y clara.

A partir de una estructura muy ordenada la distribución interior busca la máxima flexibilidad de usos, permitiendo la mayor intercambiabilidad posible entre los locales interiores, entre todas las consultas, despachos, etc. Se establecen comunicaciones internas de personal entre todas ellas.

La construcción se conforma a partir de pieles continuas exteriores: vidriadas translúcidas en planta baja, que abarca todo el perímetro y se prolonga dando cierre a los patios exteriores; vidrios transparentes, en los cierres de patios y núcleos de comunicación; lamas de aluminio, que posibilitan la construcción de una fachada ventilada, en plantas elevadas combinando diferentes tonos de blanco-gris según series aleatorias.

En el exterior esta piel se combina con hormigón moldeado, acero, aluminio y vidrio

En el interior pavimentos continuos pétreos blancos, tabiquería seca, estratificados que combinan los tonos del exterior según usos, más vidrios, luz...

En la urbanización lateral liquidambar. En los patios romero, lavanda y tomillo, hiedras, alguna jardinera con bambú...