La parcela prevé una tipología de manzana abierta conformada por dos bloques lineales según la dirección Este-Oeste, perpendiculares a la alineación viaria. El ámbito tiene una orografía sensiblemente horizontal.

Para posibilitar el desarrollo de todas las viviendas con tipologías de doble orientación, condición imprescindible en este clima, se divide la manzana en 2 edificaciones tratadas cada una de ellas como bloques aislados y se trabaja en el diseño de la envolvente de la edificación generando construcciones con remates “escalonados” que se van abriendo hacia el Sur.

Se ha actuado de manera especial sobre los elementos que forman la envolvente del edificio, su piel en contacto con el medio, entendiendo que valorando el aporte natural de radiación solar y disminuyendo las pérdidas por sus cerramientos, combinado con el sistema de calefacción centralizado, apoyando la producción de agua caliente sanitaria mediante colectores solares térmicos en cubierta, se podrá llegar al rendimiento energético óptimo del mismo:

• Las fachadas con orientación sin soleamiento, como son las fachadas Norte dan todos los espacios de dormitorios, con huecos iguales y rítmicos, y en las fachadas con poca ganancia solar, Este y Oeste, huecos rematando las esquinas con balcones para los estares, que garantizan la doble orientación también de esas viviendas.
• Las fachadas con orientaciones con posibilidad de ganancia solar garantizada, de al menos 2 horas en el solsticio de invierno, hacia el Sur, se configuran con terrazas-balcón corridas a lo largo de todos los paramentos y en todas las alturas, en las que se integran tanto los de invernaderos, espacios previstos como elementos de captación solar pasiva indirecta, como los tendederos. Los vuelos de estas terrazas-balcón permiten la captación solar en invierno, periodo durante el cual las radiaciones solares inciden con menor inclinación, a la vez que impiden el exceso de soleamiento en verano.. A ellas vierten todas las zonas de estar y cocinas.

El programa de usos del edificio se configura a partir de una clara distribución funcional por plantas:

• Ubicación en sótanos de todos los garajes, trasteros y cuartos de instalaciones.
• Situación en planta baja de accesos rodados, sala de instalaciones y servicios comunes, accesos peatonales y urbanización, porches, portales, locales comerciales y locales para la comunidad.
• En plantas elevadas las viviendas construidas, en las que se incluyen las adaptadas a personas con minusvalías y las reservadas a familias numerosas. En estas plantas elevadas se ubican espacios de terrazas exteriores para uso comunitario.

La definición funcional de las viviendas se desarrolla de modo general según el siguiente criterio:

• Se diferencian claramente zonas de día y zonas de noche en cada vivienda.
• Las zonas de estar, zonas de día, se ubican en las fachadas o esquinas abiertas al Sur de cada una de las piezas construidas buscando la máxima ganancia solar
• La mayoría de los dormitorios, las zonas de noche, se ubican en las zonas con menor ganancia solar en cada caso, disponiendo de huecos de iluminación y ventilación más controlados, evitando las vistas cruzadas entre ellas y minimizando las pérdidas térmicas
• Los locales húmedos, fundamentalmente baños, se agrupan, desarrollándose hacia el interior de las viviendas.
• Se posibilitan ventilaciones cruzadas y vistas directas, potenciándose las vistas hacia los parques laterales de la urbanización y el espacio común de la propia parcela.

El espacio interior libre se conforma combinado áreas ajardinadas con áreas pavimentadas, todas ellas pensadas para el uso y disfrute de la comunidad.

Se introduce luz y ventilación naturales a las plantas de sótano destinadas a aparcamientos y trasteros ubicando un patio de luz en el espacio central de la parcela, espacio sin construcción y que permite dotar a la manzana de espacios verdes escalonados en altura.